Lo sabía

Todo se derrumbaba, y yo lo sabía… en el fondo. Sabía que iba a derrumbarse porque algo no se sentía bien, sabía que la paz estaba lejos de mí, sabía que quería cambios. Pero no sabía que esta vez, el problema no era yo, sino él.

 

Buscaba dentro de mí la manera de crecer, cambiar, mejorar para estar a la altura, para que esta relación no fuera un fracaso. Y sin duda crecí, cambié y mejoré pero no fue suficiente mi esfuerzo. Fracasó. Tarde me di cuenta que había hecho todo por las razones equivocadas. Lo hice todo por él.

Lo que más arde por dentro es saber que él sí hizo todo por las razones correctas, pensando en su conveniencia, poniéndose como prioridad. Me utilizó. Yo me dejé utilizar. Es un monstruo pero es fiel a sí mismo.

 

Tal vez, haya venido a mi vida a enseñarme, de la manera más dura, que si yo no me pongo como prioridad, nadie más va a hacerlo. Yo quise ser su musa, su risa y su centro pero él ya tenía todo eso porque se tenía así mismo.

¨No había necesidad de que me hiciera tanto daño¨, es la frase que hace bucle en mi cabeza pero probablemente sí era necesario. No me valieron las advertencias ni las señales… probablemente tenía que ser así de duro y oscuro.

Porque darme cuenta de lo que hizo, fue como armar un rompecabezas de años en segundos.

Viví a través de sus ojos, sin darme cuenta que desde los míos la vida se ve mucho mejor. Estoy temblando de miedo pero ya no quiero esconderme. Ni cerrar los ojos.

 

Lo sabía, y siempre lo he sabido, que todo termina, pasa o cambia. Menos yo. Eso apenas lo estoy descubriendo pero ahora que lo sé quiero quererme porque soy lo único permanente.

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