El espejo nos dice cosas que no entendemos, o no queremos entender ¿te miras a los ojos en el espejo? Probablemente no, es demasiado importante saber cómo te queda esa camisa o si el cabello está como te gusta. Hablar, bailar, cantar frente al espejo sin entender el significado: necesitamos reconocernos y aprobarnos, pero no sabemos cómo hacerlo, ni siquiera sabemos que lo necesitamos.
Se convierte en una obsesión mirarnos en el espejo una y otra vez, todos los días, cada vez que pasamos cerca de uno pero en realidad no vemos nada más que el reflejo de una persona que no conocemos mucho, una cara familia y un cuerpo común pero con pensamientos y sentimientos que desconocemos.
-El espejo nos dicen cosas que no queremos saber-
Los kilos demás, la mirada triste, el cabello sin forma es solo lo que queremos mirar, pero nos dice mucho más: si lo que ves no te gusta es porque no te has esforzado lo suficiente. Cada día que pasa sin que trabajes en ti es una mancha más para el espejo y lo pone cada vez más borroso, es que si ya reconoces “el problema” ¿Por qué sigues ahí quejándote sin moverte? No estoy diciendo que sea fácil pero si no cambias tú vibración ¿Quién lo hará?
Si te miras de cerca en el espejo, al inicio verás las imperfecciones de la piel, pensaras en mil cosas para mejorar tu aspecto pero si resistes un poco más comenzaras a ver lo que hay dentro de tus ojos, se abrirá una ventana que no conocías que te mostrara un paisaje interesante, doloroso, un paisaje en busca de paz. Comienza una aventura inquietante, por primera vez lo interior toma protagonismo y surgen dos caminos: una ruta hacia la indiferencia y el estancamiento, o una ruta hacia el trabajo duro y la tranquilidad.
-Debes aprender a no mirar solo con los ojos, profundizar-
Trabajar la parte física es lo menos importante, ver en el espejo un cuerpo musculoso no solucionará tus problemas de autoestima, ver en el espejo una cara sin arruga ni imperfecciones no te hará más feliz. Si comenzamos el trabajo interno, tendremos la motivación necesaria para ejercitarnos por diversión, de cuidarnos porque nos amamos, de arreglarnos un poco más de lo habitual para consentirnos. Vas a mirarte con los ojos cerrados.
En esta nueva era de dietas eternas busco inspiraciones diferentes, la autora Isabel Allende cuenta en su libro Afrodita que tardó 5 décadas en darse cuenta que ninguna de las cosas superficiales que nos ofrece el mundo valen la pena: “Me arrepiento de las dietas, de los platos delicioso rechazados por vanidad, tanto como lamento las ocasiones de hacer el amor que he dejado pasar por ocuparme de tareas pendientes o por virtud puritana”.
El espejo va a destrozarte, puede mostrarte tanto como lo permitas, va a llenarte la mente de todo lo que no querías ver: traumas, momentos reprimidos, situaciones dolorosas, la poca autoestima, todo va a verse reflejado pero luego de la tempestad viene la calma y tendrás las situaciones para trabajarlas, dejarás de necesitar a alguien que te quiera porque vas a quererte a ti misma(o), entonces vas a querer estar con una persona que te acompañe no que te empuje. Te verás radiante en el espejo, toda la ropa te quedará bien, el cabello despeinado va a encantarte, desaparecerán las imperfecciones y hasta las enfermedades. El espejo puede ser tu enemigo o tu mejor amigo, tu maldición o tu bendición porque todo está en ti. Nadie va a amarte con tú mismo.
Laura Barrera Iglio.
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