Amarnos requiere fortaleza, pero ¿cómo? Si el concepto de fuerza ha sido desvirtuado, cambiado, tergiversado. La fuerza la miden en músculos, cuerpos moldeados y un sinfín de sinsentidos, y es que ¿Dónde queda toda esa fuerza cuando ninguno de esos músculos responden? ¿Cuándo todo lo que te parecía normal deja de suceder y toca aprender todo de nuevo?
La vida nos da sorpresas, cambia su rumbo sin avisar, pero sobretodo la vida nos enseña a amarnos a nosotros mismos, queramos o no.
-La sensación de que nada volverá a ser igual-
Hoy Fabiana sueña con juntar de nuevo sus manos con tranquilidad, sentirlo todo, que cada fibra de su cuerpo vuelva a oírla reír. Ella está más viva que nunca, más alegre que nunca, llena de metas por cumplir. Hoy ella trabaja cada paso, pone todo su corazón y esfuerzo en el presente, se siente libre, se siente grande. Hoy Fabiana agradece, lucha pero no puede mover su brazo correctamente.
Fue ayer. El 14 de abril del 2015 que su vida se pausó y cambió drásticamente el rumbo, diagnósticos médicos comprometedores, operaciones, clínicas, la ruptura de un amor… y lo peor: estar en un cuerpo que no se sentía propio. El miedo fue trayendo confusión, tristeza, reproches y desespero ¿Por qué así? ¿Por qué ahora? Ella que justamente intentaba conocer más acerca de la muerte, ha sido a quien la muerte casi sorprende.
Ayer Fabiana amaba lo que hacía, le gustaba ser reconocida, le gustaban muchas cosas de su vida pero, ¿Fabiana realmente amaba a Fabiana? ¿O simplemente amaba lo que Fabiana podía lograr?
Tuvo que desconectar casi completamente su mente para reencontrarse con la real, la esencia, la Fabiana que tanto buscaba en lo externo.
“Me siento libre, suelta, soledad maravilla, genial, grande… Miedo claro que he tenido, creo que todos tenemos miedo en este pais. Pero yo misma me encargo de levantarme y echarle muchas ganas aunque camine coja”.
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#JuntosPorFabiana
Laura Barrera Iglio
Ilustración por: Oriana Velez